Cuando nos enfrentamos al SEO es mejor pensar en la satisfacción del otro, del usuario que consume nuestros contenidos, darle el placer de encontrar lo que quiere, satisfacer su demanda de conocimientos y si es posible, provocarle un orgasmo al ver cargar rápidamente la visualización de lo que busca.
Dejando de lado el SExO, cuidemos nuestros contenidos, nuestra arquitectura, nuestro diseño, nuestros canales de comunicación, nuestros enlaces internos y externos, solo así conseguiremos satisfacer a nuestros amantes, digo, a nuestros usuarios.
Os dejo una presentación con las 50 sombras del SEO
que me lío.
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