Parece imposible hablar de la meta de algo que ni siquiera ha salido al mercado, que quizás no llegue a implantarse porque en los plazos de implantación la tecnología se halla desarrollado aún más hasta el punto de no hacer viable la primera salida al mercado.
Quizás sea esto lo que ocurrió con las GoogleGlass . Unos primeros desarrollos que luego fueron obsoletos ante otras posibilidades en cuanto a entornos virtuales que se escapaban de las posibilidades de GoogleGlass.
La semana pasada se presentó Google Auto , el nuevo sistema operativo pensado para vehículos, esperando la compra o implantación (es posible que sea gratuito para las marcas de coches que quieran incluir dicho sistema operativo al igual que con Android) de los fabricantes.
Pero… ¿Y si estamos también ante un supuesto en la que la tecnología nos permite avanzar más rápido que la demanda?
Se acaba de presentar en Ginebra un coche volador, el AeroMobil SXSW 2015, de gasolina, capaz de volar a partir de 130 km/h y recorrer 700 Km en vuelo.
¿Y si el final de los coches es que vuelen, naveguen, se conduzcan solos, que sean eléctricos, que sean de propiedad comunitaria y no privados y además …?
¿Qué más se le puede pedir a un coche?
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